Sobre “El uso del conocimiento / información en la sociedad” de F.A. Hayek

Por Federico G. M. SOSA VALLE

En 1945, Friedrich A. Hayek publica bajo el título The Use of Knowledge in Society, en The
American Economic Review, uno de sus ensayos más celebrados –tanto al momento de su
aparición como en la actualidad- y probablemente, junto con otros estudios también luego
recopilados en el volumen Individualism and Economic Order (1948), uno de los que le hayan
valido el otorgamiento del Premio Nobel de Economía, en 1974.
Tanto su interpretación como su traducción generan ciertas perplejidades en torno al sentido del
término knowledge, que el propio autor habría de despejar años después, en prólogo al tercer
tomo de Law, Legislation and Liberty (1979). Siendo su lengua materna el alemán, Hayek explica
allí que hubiera sido más apropiado haber utilizado el término information, ya que tal era el
sentido preponderante de knowledge por los años en los que habían sido escritos tales ensayos.
Dicho sea de paso, una aclaración similar hace también respecto de las confusiones suscitadas en
torno al giro spontaneous order, que él luego reemplazó por el de abstract order.
Si bien ya resulta imposible de sustituir en el uso corriente el término “conocimiento” por el de
“información” y el de “espontáneo” por “abstracto”; sí vale la pena tener siempre presente qué
sentido último debe ser otorgado a tales conceptos, al menos si se quiere respetar la intención
original del autor y realizar una consecuente interpretación de sus textos.
Por el uso del conocimiento en la sociedad nos habremos de referir, entonces, al resultado del
empleo de la información a disposición de cada individuo que se encuentra inserto en una
particular situación de tiempo y lugar y que interactúa en forma directa o indirecta con un
sinnúmero de otros individuos, cuyas circunstancias especiales de tiempo y lugar difieren entre sí
y, por lo tanto, también cuentan con fragmentos de información que en algunos aspectos resultan
coincidentes y en otros divergentes.
En el terreno económico, esto se manifiesta por las variaciones en la escasez relativa de los
distintos bienes que se intercambian en el mercado, expresadas en las variaciones de sus precios
relativos. Un aumento en el precio de mercado de un bien expresa un aumento en su escasez
relativa, aunque no sabemos si esto se debe a una caída en su oferta, un aumento en la demanda
o de un efecto combinado de ambos fenómenos, que varían en forma conjunta o dispar. Lo mismo
ocurre con una caída en el precio de un bien dado. A su vez, tales variaciones en los precios
relativos conlleva a un cambio de expectativas y planes individuales, ya que ello puede significar
un cambio de relación entre los precios de bienes sustitutos o complementarios, de insumos o
productos finales, factores de producción, etc.. En un proceso de retroalimentación, tales cambios
de planes a su vez generarán nuevas variaciones en los precios relativos. Dichos fragmentos de
información a disposición de cada individuo pueden ser sintetizados por el sistema de precios, que

genera incentivos a nivel individual, pero no podrían ser nunca concentrados por un comité
central de planificadores.
En el mismo ensayo, Hayek pone de resalto que tal proceso de coordinación espontánea se
manifiesta también en otros aspectos de las interacciones sociales, además del intercambio de
bienes económicos. Son los fenómenos espontáneos –o abstractos-, como el lenguaje o la normas
de conducta, que estructuran la coordinación de la interacción humana sin necesidad de una
dirección central.
The Use of Knowlegde in Society aparece a mitad de camino de la vida de Friedrich Hayek y en el
medio de la disputa por el cálculo económico en el socialismo. Sus presupuestos implícitos habrán
de ser revelados más tarde en su libro The Sensory Order (1952) y en el ya mencionado Law,
Legislation and Liberty (1973, 1976 y 1979). En el primero de ellos, podemos encontrar la
distinción entre límites relativos y límites absolutos de la información / conocimiento. Los relativos
son aquellos concernientes a los instrumentos de medición y exploración: mejores microscopios,
mejores técnicas o mejores estadísticas empujan hacia adelante las fronteras del conocimiento,
haciéndolo más específico. Sin embargo, si subimos en niveles de clasificación, entre los que se
encuentran los fenómenos de coordinación entre diversos planes individuales, que se explican por
patrones de conductas crecientemente abstractos, nos habremos de encontrar con una barrera
infranqueable al momento de configurar un modelo coherente y totalizador del orden social
resultante de dichas interacciones. Esto es lo que luego Hayek habrá de denominar la teoría de los
fenómenos complejos.
Esto último fue recogido en Law, Legislation and Liberty, su obra de la senectud, en la que habrá
de aplicar los mismos principios enunciados incipientemente en The Use of Knowledge in Society
respecto de los fenómenos de coordinación espontánea de los planes de vida individuales en el
plano de las normas de conducta y de la organización política. Ya sea en el plano económico, como
jurídico y político, se vuelve a encontrar el tema de la imposibilidad de una planificación
centralizada y de la necesidad de confiar en los resultados de la libre interacción entre los
individuos.
Sobre este particular, el filósofo y economista marxista Adolph Löwe sostenía que tanto Hayek,
como John Maynard Keynes, como él mismo, consideraban que tal interacción entre individuos
generaba por sí misma un proceso de retroalimentación: los datos obtenidos del entorno por los
agentes generaban un reajuste de planes individuales, los que a su vez significaban nuevos datos
que habrían de reajustar nuevamente aquellos planes. Löwe destacaba que tanto Keynes como él
entendían que estaban frente a un fenómeno de retroalimentación positiva (un desvío llevaba a
otro desvío amplificado, lo que demandaba intervención estatal), en tanto que Hayek sostenía que
la dinámica de la sociedad, estructurada en torno valores tales como el respeto al derecho de
propiedad, entrañaba un proceso de retroalimentación negativa, en el que continuos reajustes
endógenos mantenían un orden estable de acontecimientos. Las propias referencias expresas de
Hayek a dichos procesos de retroalimentación negativa y al valor de la cibernética confirman la
apreciación de Löwe.

Finalmente, hoy la disputa en torno a la posibilidad o imposibilidad de una planificación
centralizada vuelve al debate público con los recientes desarrollos en el campo de la Inteligencia
Artificial, Internet de las Cosas y la ingeniería genética, en las que el pretérito comité de expertos
se vería reemplazado por programadores, biólogos y demás científicos. Seguramente las nociones
de coordinación espontánea, órdenes abstractos, fenómenos complejos y límites relativos y
absolutos para la información / conocimiento permitirán realizar contribuciones fecundas en tales
aspectos.

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Adrián Lucardi

Profesor asistente de Ciencia Política en el ITAM (México). Se recibió de politólogo en la Universidad de San Andrés y su doctorado en la Washington University in St. Louis. Ha publicado numerosos artículos en revistas académicas sobre carreras políticas, sistemas electorales, y elecciones en regímenes autoritarios.